Aunque tarde, el otoño ha llegado fiel a su cita con algo de lluvia, viento y un poco de frío, tres de los principales enemigos de los toldos, así que toca prestarles un poco de atención.
En el caso de que el toldo esté instalado en una segunda vivienda o no vayamos a usarlos durante el otoño/invierno, conviene guardarlos para que no se deterioren con las inclemencias atmosféricas.
Si tu toldo es de los llamados con cofre
Dentro del cofre, el toldo estará perfectamente guardado durante los periodos en que no lo utilices, pero no olvides seguir estas indicaciones:
- Hay que limpiarlo a fondo para eliminar todos los restos de polvo, manchas, excrementos de animales. La limpieza debemos hacerla periódicamente y de forma más concienzuda antes de guardarlos.
- Asegurarse de que esté bien seco ya que la humedad es uno de los principales enemigos de los toldos.
- Revisar las partes metálicas y comprobar que están bien secas también. Especial atención a si hay indicios de óxido.
- Aprovechar para reparar los posibles desperfectos para que esté listo cuando vayamos a utilizarlo de nuevo
Si no tiene cofre
Puedes protegerlo con una lona impermeable que impida que se moje y poner un tejadillo protector de aluminio y, por supuesto seguir los consejos de limpieza anteriores.
Los toldos también son muy útiles en invierno para resguardar la terraza o el porche del frío y que podamos disfrutar de agradables momentos en estos espacios y ayudan a proteger los muebles de estas estancias. Debes estar atento a las previsiones de viento y de lluvias fuertes o nieve abundante y recogerlo para evitar roturas y también a las hojas, pequeñas ramas o suciedad que se acumule.
No dudes en consultarnos sobre los cuidados de tu toldo, estaremos encantados de ayudarte a disfrutar de tu toldo durante muchos años.
