Un toldo puede cambiar la habitabilidad de una estancia ya que ayuda a regular la temperatura, gradúa la ventilación y protege de la radiación solar. Es el aliado perfecto en las largas jornadas de verano, cuando el sol “pega” en nuestros cristales puede ayudar a disminuir la temperatura ambiente unos grados de una forma respetuosa con el medio ambiente y con el consiguiente ahorro económico. Además, proporciona intimidad y nos permite utilizar con comodidad un espacio que antes no era posible, ampliando la superficie útil de nuestra vivienda.
La gran variedad de diseños que existen actualmente permite integrarlos perfectamente con la arquitectura y el entorno y que se puedan adaptar prácticamente a todas las necesidades. Ventanas, terrazas, azoteas, porches, zonas de jardín… hay una opción adecuada para cada espacio.
En cuanto a los materiales son muy variados y dependen del lugar dónde queramos instalarlo y de la función que vaya a desempeñar, lo mismo sucede con los materiales de soporte y de los mandos para accionarlos, manuales o automáticos, y de la forma del toldo propiamente dicha: verticales, de brazo, extensibles, planos, pérgolas…
No dudes en consultarnos sobre la opción que más te conviene para disfrutar de sombra e intimidad el próximo verano.
